viernes, 26 de noviembre de 2010

El primer café del día.

Uno de los hábitos que conservo, de cuando tenía que hacer mi jornada laboral reglada es: el primer café del día.

Esto sucede sobre las siete o siete y media de la mañana, a veces antes.

Los pocos bares abiertos, a esas horas, canalizan a toda la población trabajadora: albañiles, jardineros, pintores, herreros, cristaleros...

Recuerdo que, hace tan solo dos años, todas estas personas andaban agobiadas: tenían más trabajo del que podían hacer. Y, aunque se quejaban de éste exceso ; en el fondo se les veía: contentos y satisfechos. Hasta se sentían importantes, viendo la cantidad de personas que dependían de su buen hacer.

Es cierto, que el tiempo pasa para todos y para todo.

Pero hoy, en ése primer café, prácticamente, todos los clientes estaban sin ninguna prisa, ya que ninguno tenía trabajo que hacer. Todos esperaban la confirmación de alguna chapucilla, que sólo les garantiza trabajo de uno o dos días.

¿Y después?.

Después; a ver si mientras tanto sale otra cosa.

La alegría de antaño, el orgullo profesional, el sentirse útil y solicitado; todo es un recuerdo.

Tampoco los temas de conversación son los mismos: lo que les preocupa es la ausencia de trabajo y por tanto de dinero, que llevar a sus casas.

Ellos, como el resto de los ciudadanos de este país, están viendo, viviendo y sintiendo las dificultades de este momento, y tratan de hacer lo que está en sus manos para paliar la situación.

Han reducido sus precios al mínimo, y muchas veces , no cobran el retoque extra que siempre sale. Todo sea por hacerse con un trabajo y por mantener al cliente.

Ahora bien: a parte, de los directamente afectados ¿hay alguien más que tenga conciencia de la situación?.

Vicent Ibáñez dice en Apuntes desde Benissa (tomando palabras de José Saramago)*:"Cegos que veuen, Cegos que, veient, no veuen”.

Cuanta razón tiene.

¿Será esto lo que les pasa a, la mayor parte de, nuestro políticos?

Esperemos con mucha esperanza, que quien corresponda recupere la vista, para que vuelva la alegría, la ilusión y el entusiasmo a este primer café del día.

Ya que, cuando el día empieza bien. todo es más bonito y, hasta más fácil. Y sobre todo, sobretodo, nos merecemos poder vivir bien, disfrutando del esfuerzo que, en su día , la mayoría pusimos.





* Esta llamada ha sido introducida después de publicado el post; atendiendo al comentario de Vicent ,que podrán ver a continuación.
Tiene toda la razón y hay que dársela. Además con mi agradecimiento.

domingo, 21 de noviembre de 2010

El movimiento Slow




Cada día, son más las personas de nuestro entorno personal y laboral, que sufren estrés y ansiedad. Una parte; vendrá por problemas, que siempre se tienen en la vida, como la crisis económica, por la mujer, por los hijos, .... Pero la mayor parte viene de la espiral de velocidad en la que, desde hace tiempo, hemos puesto nuestra vida.

Nos levantamos cansados; porque hemos dormido algo menos de lo justo, y desde ese momento ya llegamos tarde a nuestras obligaciones. Pasamos como una exhalación por el cuarto de baño, y se nos hace todavía más tarde, por momentos. Tomamos cualquier cosa y, mientras la comemos, vamos a buscar el coche; y salimos zumbando, confiando no encontrar ningún atasco.

A pesar de todo, sabemos que cuando lleguemos a nuestro trabajo ya estaremos de los nervios , antes de empezar la jornada.

En nuestro diario quehacer tenemos que ser los más rápidos. Tenemos que invertir menos tiempo, en todas las cosas que hagamos, para, así, ser más competitivos y, por tanto, más rentables para la empresa, tanto si es nuestra; como si no.

Leemos nuestros correos y circulares saltándonos párrafos para ir más rápidos.

Por otro lado; sobretodo si trabajamos para una gran empresa, cada vez los objetivos son más altos, por lo que necesitamos dedicar más tiempo, o ir más rápidos.

Entonces hacemos nuestro quinto curso de optimización y gestión del tiempo.

Pero aún así esta espiral parece no tener fin.

¡¡Que agobio!!

Nuestra mente no deja de pensar buscando una solución. Que evidentemente no encuentra.

Y, ¿ entonces qué?

La gran pregunta es: ¿dónde está el límite?

Pero no queda ahí la cosa: porque las mujeres que son fuente de vida, y el alma de los hogares ,y de las familias: son las que llevan la peor parte. Son las que soportan todo esto y, además tienen las obligaciones de los hijos, y de la casa; y aunque reciban ayuda, si tienen una pareja comprensiva, son las que llevan el mayor peso de esta segunda, y en algunos casos, tercera obligación.

Así están ellas.

De los nervios.

A todo esto; demos gracias, porque ellas son más inteligentes y más organizadas que los hombres.

Ante está desoladora situación ha surgido el movimiento slow:"Su intención es iluminar la posibilidad de llevar una vida más plena y desacelerada, haciendo que cada individuo pueda controlar y adueñarse de su propio periplo vital".

En definitiva, se trata de controlar nuestra vida para vivirla, y dedicarla a aquellas personas que amamos.

A parte de este enlace que he puesto más arriba; si a alguien le queda algo de tiempo le recomiendo el libro que estoy leyendo; y que me esta encantando:

Título: Elogio de la lentitud
Autor: Carl Honoré
Editorial: RBA

En la portada de mi libro se puede leer el siguiente comentario:
"De como una vida sin prisas nos ayuda a ser más felices." El Periódico.



lunes, 8 de noviembre de 2010

Adiós al buitre de Benissa.

Hace escasamente dos horas (11:45), los servicios de Medio Ambiente y personal de Centro de Recuperación de Fauna de Alicante, ubicado en Santa Faz, han conseguido capturar al buitre, al que me refería en mi post anterior.


Según el técnico de medio ambiente,se trata de un animal jóven, probablemente, de menos de un año, que no ha sido capaz de seguir a su manada y se ha extraviado. Se cree que este mismo buitre fué visto en Benidorm, hace unas dos semanas, y que también podría haber estado en Jalón antes de su llegada a Benissa. En ambos casos no pudieron capturarlo.


Ahora su destino será el Centro de Recuperación de Santa Faz, y una vez esté en perfectas condiciones, posiblemente se le lleve a la Estación Ambiental de Alcoy para su vuelta a la libertad.


La razón de la tardanza en recuperarlo: había que esperar a que volviera a tener hambre para poderlo sedar; ya que, en varias ocasiones, el animal fué alimentado por ciudadanos preocupados por la supervivencia de esta bonita ave.


Una fluida información a los ciudadanos habría evitado estos inconvenientes.
En la foto que sigue se puede ver a los muchos curiosos, y a los medios de comunicación que han querido asistir.

domingo, 7 de noviembre de 2010

El Buitre.

Hoy día 7/11/2010, a las 12:15 horas, todavía sigue estando en el tejado de la nave industrial de Químicos y Barnices el buitre, que según me han dicho apareció allí el pasado día 1.

He pasado a verlo, y a hacerle alguna foto, en los últimos dos días.

El animal me ha parecido que tiene cada vez menos energía.

Hasta donde llegan mis conocimientos, estas rapaces se alimentan de la carroña y de los animales muertos. Evidentemente aquí no los hay. Así que ¡a pasar hambre chico!.

Los medios de comunicación, y las autoridades, nos han concienciado en la protección de determinadas especies, en peligro de extención, entre las que se encuentran los buitres. Y han hecho un buen trabajo: puesto que, han sido varias las personas que se han preocupado por la suerte de nuestro visitante; y por saber, si la autoridades han tomado alguna medida al respecto. Incluso ha habido una chica que ha llamado al Seprona para informales.
Resulta evidente que el animalito se siente seguro en ése rincón del tejado, del que casí no se mueve; o que se encuentra tan desorientado, que no se atreve a salir de allí.

Dado el peregrinaje y la curiosidad que despierta nuestro visitante, quizá no estaría demás que algún organismo, con competencia en el tema, informara de las gestiones que se estan haciendo al respecto para proteger la vida de este bonito ejemplar.

Sería un captador de la confianza ciudadana en las instituciones, y un fuerte espaldarazo al trabajo de concienciación, que parece que ha dado muy buenos resultados; y por supuesto un motivo para creer, un poco, más en nuestros políticos.

Y también un detalle para con todos los ciudadanos.